viernes, 9 de noviembre de 2007

Sebastian Nos Cuenta su anecdota...

Record familiarAmigos pescadores, paso a contarles una historia de casi 25 años atrás. Aquel inicio de temporada nos encontró en Bariloche, a mi viejo querido, mi hermano Moncho, y el que suscribe, en un nuevo inicio de campeonato familiar. Nos embarcamos en la lancha de Chachi, nuestro amigo/guía, y salimos a lo que sería una jornada histórica. El día era atípico, mucho sol y calor, y un Nahuel Huapi totalmente planchado. Al momento de tirar las lineas, lógico fue poner de profundidad y rapalas (que épocas aquellas de 3 anzuelos y triple punta, brrr) pero Moncho, metiendo mano en la caja de pesca, sacó una cuchara plateada Abu de 250 grs. Chachi le preguntó si quería pescar una ballena y todos nos reimos. El día siguió igual de lindo, el calor iba en aumento, el ronroneo de la lancha invitaba a soñar con sacar la pieza más grande de la temporada (en esa época la casa de pesca Rique's entregaba de premio un equipo completo al record certificado de la temporada) y de pronto a las 15 hs cuando pasábamos por el arroyo Castilla (justo la orilla frente a Bariloche) zummm! pique en mi caña. Papá, Cachi y yo pegamos el salto (el Negro siempre fué medio vagoneta) y cuando estaban recoguiendo las cañas libres, pumm! pique en la de mi hermanito. Comparamos el vigor de cada presa, y al ser mucho mayor el de la mía, me dieron prioridad de pesca. La batalla fué hermosa. Fueron 30 minutos para sacar un salmón de 6,900 kg. El festejo en la lancha fué breve pero nunca lo voy a olvidar, miraba mi trofeo, y sentía tener también en mis manos, el record familiar para largo rato. Llegó el turno de Moncho, y para sorpresa de todos, vimos saltar a unos 150 mts su presa. Conclusión lógica que llegamos en ese momento, era que no sería muy grande, posiblemente una trucha. Siguió levantando línea, y como venía muy "liviana", pensamos que se había soltado en el salto. A 10 mts de la lancha la vimos bien por primera vez. El lago seguía hecho un espejo, y a través de ese agua azul profundo, no supimos si estabamos viendo un pez, o un tronco. Era una hermosa marrón, y no bien ella también nos vió, se clavó 50 mts para el fondo. Devo admitir que Moncho se bancó muy bien la pelea, a pesar de sus casi 10 años, y luego de 20 minutos, tuvo su preciada presa arriba de la lancha, una hembra de 9,300 kg. Euforia general, gritos y abrazos, y un pronto regreso hacia Bariloche, rumbo al taxidermista. En el cruce del lago yo no dejaba de mirar las 2 piezas, y con orgullo y tristeza, miraba mi segundo puesto en el ranking familiar, aquel que hasta el día de hoy casi solo yo recuerdo. Eso sí, un porteño en Semana Santa, le arrebató el record a mi hermanito, llevándose para tierras lejanas, el equipo de pesaca de Casa Rique's.Espero les haya gustado el relato, y paso a felicitarlo señor Rolo, por lo cuidado de su blog, se nota mucho la pasión que siente por lo que hace.Desde el norte de la querida Patagonia, un fuerte abrazo a quienes como yo, tuvieron y tienen la suerte de disfrutar la vida, con una caña a mano.
9 de noviembre de 2007 13:01